Norberto Oropesa ha logrado un reconocimiento nacional e internacional en distintas etapas de su vida y así también ha sido valorado por su comunidad. Sin embargo, la modernidad, la competencia, la funcionalidad de nuestro modo de vida, y las modas impuestas por tendencias extranjeras han popularizado otras técnicas y materiales como raku y gres, dejándose de lado las antiguas técnicas prehispánicas alfareras y de paso olvidando los temas costumbristas.
En términos de proyección, Norberto Oropesa a sido un modelo para otros cultores de la zona de Aconcagua, especialmente se destaca “Ceramicas Piffaut” que ha hecho un trabajo de varios años en registrar sitios arqueológicos con petroglifos, los rescata en la cerámica esmaltada y difunde su trabajo a través de una escuela de arte itinerante por varios colegios de San Felipe.
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